Además
de las decenas de excelentes playas repartidas por la geografía nacional, la
isla cuenta con la herencia arquitectónica aportada por la presencia española y
bajo la influencia europea de años posteriores a la época de la colonia.
Precisamente
ese elemento convierte a la capital cubana, ubicada entre las siete primeras
villas fundadas por los españoles – en aquel entonces San Cristóbal de La
Habana –, en pieza clave de numerosos programas turísticos, en especial el
centro histórico de la ciudad.
Iglesia de Paula |
Cabe
destacar que el núcleo primario de la urbe conserva una verdadera colección de
castillos, fortalezas e inmuebles de alto valor patrimonial, edificados en
torno a un sistema de plazas, mezcladas con monasterios y templos.
El segundo sitio urbano de ese tipo en dimensiones del país está en Camagüey – antigua Santa María del Puerto del Príncipe –, también llamada la ciudad de los tinajones por la abundancia de esos enormes recipientes de barro cocido, utilizados para la conservación de agua.
Teatro principal de Camagüey |
Hacia
el oriente, en la provincia de Granma, se encuentra el 48 por ciento de todos
los sitios históricos del archipiélago cubano, con su ciudad cabecera –Bayamo –
en calidad de Monumento Nacional y capital de la República en Armas al inicio
de la guerra de independencia de 1868.
Para
el centro de la isla, los mayores atractivos de índole histórico se localizan
en la provincia de Sancti Spíritus, única en el archipiélago que cuenta con dos
de las primeras siete villas fundadas a inicios del siglo XVI por el Adelantado
español Diego Velázquez, bajo el nombre del Espíritu Santo y la de la Santísima
Trinidad.
Plaza de la Revolución Antonio Maceo |
Mientras,
Santiago de Cuba atesora recuerdos de más de 480 años, con un sistema defensivo
que es considerado como el mayor exponente de la ingeniería militar
renacentista europea en el Caribe, integrado por el Castillo de San Pedro de La
Roca, el de La Estrella y la batería de La Socapa.
El
patrimonio histórico de La mayor de Las Antillas, acumulado durante siglos,
encuentra refugio seguro en una amplia red de museos que se extiende por todo
el país para preservar el legado de épocas pasadas.
El
mencionado esquema incluye cerca de tres centenares de instalaciones de los más
variados diseños y contenido, de las cuales 14 clasifican como museos de arte,
siete de ciencias y tecnología, cinco de etnografía y antropología y 68 de
historia.
Unido
a ello, reservas naturales, de la biosfera, paisajes naturales, parques
nacionales y áreas protegidas conforman una extensa red de ofertas, marcada por
su riqueza, excelente conservación y características únicas que la distinguen
en la región.