martes, 20 de mayo de 2014

El Floridita: Símbolo de la gastronomía.

La capital cubana, pieza clave en la actividad turística del país, sustenta sus atractivos en ofertas tradicionales que se combinan con opciones únicas de la gastronomía, aportadas por establecimientos emblemáticos en la isla y de reconocida fama mundial.

En ese entorno destaca el Restaurante-Bar Floridita, cuando apenas restan tres años para que alcance la envidiable edad de dos siglos al servicio de nacionales y visitantes foráneos.


Inaugurado en 1817 en el centro histórico de la capital, ostentó el nombre inicial de La Piña de Plata, para transitar posteriormente al de La Florida y más cercano a nuestros días el actual que es conocido en el mundo entero.

Es de destacar que 1953 la Revista Esquire lo reconoció como uno de los siete bares más famosos del mundo y en 1992 se le concede el Premio Best of the Best Five Star Diamond Award de la Academia Norteamericana de Ciencias Gastronómicas como el Rey del Daiquirí y Restaurante especializado en pescados y mariscos más representativo.

Excelentes platos elaborados por maestros de la culinaria avalan su condición de cocina de autor, con un sello único que solo se podrá encontrar entre paredes que se conservan a pesar del paso del tiempo.

Su fama también llegó de la mano del destacado novelista Ernest Hemingway, quien contribuyó de manera especial a que en épocas pasadas ese fuera sitio de encuentro de intelectuales y grandes celebridades del arte y el deporte.
El Floridita. La cuna del Daiquirí.

El Floridita es uno de los lugares de peregrinaje obligados para los numerosos admiradores de Hemingway, junto con Finca Vigía, su casa a las afueras de La Habana donde escribió "El viejo y el mar".

Cuando estaba en La Habana, el novelista iba con frecuencia al Floridita a tomar su coctel favorito, el daiquiri (a base de ron, limón, marrasquino y azúcar) y el mojito a la Bodeguita del Medio.

Los especialistas recuerdan que en el bar aún se encuentra la misma barra de caoba de 10 metros de largo y también la estatua de Hemingway para perpetuar su eterna presencia en ese lugar.
El Floridita. Barra

La expansión de la industria del turismo en Cuba, sustentada en la diversidad de atractivos (naturales, históricos y culturales), encuentra un complemento ideal en el amplio espectro de opciones que ofrece la gastronomía en la isla.
Desde los sitios más sencillos, diseñados al estilo más moderno de los establecimientos de comidas rápidas, hasta centros con una historia de varias decenas de años, las alternativas están al alcance de todos.

El propio desarrollo de más de cinco siglos de la sociedad cubana está reflejado en las innumerables opciones culinarias que representan aquellos elementos incorporados a las tradiciones propias del país.


En esa coyuntura, la influencia del Floridita se extiende más allá de las fronteras cubanas al convertirse en una marca internacional con franquicias en Reino Unido y Viena (Austria).
Tomado de DTCuba.com
El Floridita. Trio Los Embajadores

lunes, 19 de mayo de 2014

Curiosidades de los emblemas nacionalistas… De un viaje a Cuba

Por Manolo Bustabad Rapa, periodista. Tomado de Expresso. 

En nuestra corta estancia en Cuba hemos constatado la importancia que tienen aquí los carteles, que están presentes en las plazas, en las carreteras, en los accesos a las poblaciones…Casi siempre propagando consignas, pero de estos hablaremos otro día.

Camino de Varadero nos detenemos al borde de la carretera ante un cartel grande, que quizás reúne todos los emblemas de significado estrictamente nacionalista.

Es apaisado y está montado sobre una especie de pedestal pétreo que le confiere vocación de permanente. Su parte central aparece ilustrada con los emblemas de la nación cubana clasificados en símbolos y atributos. Los ‘símbolos patrios’, bandera, himno y escudo y los ‘atributos nacionales’, flor mariposa, palmera real y pájaro tocororo. La sección de la derecha la ocupa una frase de José Martí escrita con primorosos caracteres, bajo el rostro del héroe nacional enmarcado en un medallón y con su firma manuscrita debajo. Y, a la izquierda, un espacio vacío parece destinado a los mensajes más ocasionales.

Dos de estos emblemas aluden directamente a la necesidad de libertad inherente a la condición humana. En el himno se dice a gritos:
 
Al combate corred, bayameses,
que la patria os contempla orgullosa
No temáis una muerte gloriosa
que morir por la patria es vivir.
En cadenas vivir, es vivir
en afrenta y oprobio sumidos.
Del clarín escuchad el sonido
¡a las armas, valientes, corred!

La segunda alusión al ‘aire fresco’, imprescindible para la vida, la encontramos en el pájaro tocororo. No es tan explícita, pero, a poco que nos documentemos, aparece el mensaje: A primera vista, la característica más evidente del tocororo es su plumaje, cuyos colores están presentes en la enseña nacional (su cabeza es azul, el pecho blanco, rojo el vientre y en su capa tiene plumas verdosas). Pero lo verdaderamente significativo es su condición de animal libre, puesto que nunca se logró que sobreviviera en cautividad.

Sorprende la presencia de la flor mariposa entre los símbolos, tanto por su origen, que parece ser asiático, como por el motivo de su incorporación, el 13 de octubre del 1936, para dar respuesta a los botánicos que estaban creando el Jardín de la Paz en Argentina. Hemos leído en algún sitio que representa ‘pureza de ideales y símbolo de la paz’, así como ‘paradigma de la gracia y esbeltez de la mujer cubana’.

Por el contrario, la esbelta palmera real explica por sí sola su presencia en el escudo y como emblema en sí misma. Puede sobrepasar los quince metros de altura, sus frutos y madera han sido de gran provecho tradicionalmente, y es el árbol más abundante de la isla.

Del escudo el cuartel superior nos parece lo más llamativo, puesto que en él se representa un amanecer en el horizonte marino, iluminando la isla de Cuba, representada por una llave entre dos cabos, del Yucatán y la Florida. Puede ser la llave que cierra el acceso al golfo de México, o la clave para la conexión de las dos penínsulas. Tampoco hemos averiguado el sentido de la barretina de coronación.

La frase de Martí que completa el cartel no precisa comentario:

‘Yo quiero que la ley primera de la República sea el
culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre’.


Bosque de palmeras reales en el valle de Bacunayagua

miércoles, 14 de mayo de 2014

Obras de restauración del mítico Imperial de Santiago de Cuba


El hotel Imperial, considerado como uno de los primeros edificios altos de la ciudad cubana de Santiago, destacada joya del patrimonio ecléctico nacional, va a ser sometido a un proceso de remodelación y modernización de sus instalaciones.

Manuel Marrero, ministro de turismo de Cuba, ha anunciado recientemente que la citada renovación del hotel forma parte del programa constructivo previsto para celebrar los 500 años de la fundación de la villa.

El ministro Marrero también ha afirmado que todas las instalaciones turísticas de Santiago van a ser embellecidas, junto con un rediseño y un mejoramiento de las ofertas recreativas para los visitantes.

Se destaca que el Hotel Imperial es uno de los primeros edificios altos construidos en la ciudad de Santiago de Cuba.

Dotado de cuatro plantas, cada una de ellas es heterogénea y cuenta con una abundante decoración, que ‘causó asombro y admiración entre los pobladores de la urbe’.

En el piso inferior quedó ubicada la tienda por departamentos ‘La Francia’, mientras que los tres pisos superiores fueron ocupados por un total de 39 habitaciones, dotadas con baños y servicios sanitarios. También tenía restaurante y cantina con una capacidad para 20 mesas.
 

lunes, 12 de mayo de 2014

Los negocios privados cubanos se estrenan en la Feria de Turismo de La Habana.

Tres restaurantes privados de La Habana se han convertido en pioneros del sector en Cuba al participar esta semana en la Feria Internacional de Turismo de la isla, que por primera vez incluye a negocios autónomos como parte de la política oficial de desarrollar las ofertas turísticas no estatales.

Fitcuba 2014, inaugurada ayer en la capital cubana con Francia como país invitado, reservó espacios para que algunas de las llamadas "paladares" cubanas presenten sus ofertas e interactúen con turoperadores, una oportunidad hasta ahora solo posible para los restaurantes estatales y que se está empezando a desarrollar en isla.

"La Guarida" y "La Casa", establecidos restaurantes particulares con unos 20 años de historia, y "Café Laurent", inaugurado en 2011 al calor de las nuevas reformas impulsadas en 2010 por el Gobierno de Raúl Castro para ampliar el sector privado, han sido los pri meros negocios en responder a la iniciativa del Ministerio de Turismo (Mintur).

"Nos tomó de sorpresa, no estábamos preparados para la Feria. Nos hicieron la convocatoria con poco tiempo de antelación y dijimos: con 'mucho gusto'. Es una oportunidad interesante y una magnífica señal", dijo Enrique Núñez, dueño de "La Guarida", el local que hace más de dos décadas fue uno de los escenarios de rodaje de la famosa película "Fresa y Chocolate".

Considerada entre los restaurantes más emblemáticos y visitados de La Habana y "meca" de las "paladares" cubanas, "La Guarida" improvisó en dos días su stand en un patio del recinto ferial, ubicado en la fortaleza colonial de San Carlos de la Cabaña, con solo tres mesas y un menú reducido con novedades y platos típicos de la casa.

Núñez cree que estar en Fitcuba ha sido un espacio "ganado" con la "seriedad y esfuerzo" de muchos años de trabajo.

"Al final nosotros también luchamos por mejorar la imagen gastronómica del país, la imagen Cuba. Este es el momento en el que se empiezan a romper barreras, porque siempre hemos estado como por caminos paralelos", afirmó.

En Cuba, donde el turismo es la segunda fuente de ingresos, las autoridades han apostado por diversificar el sector y en los últimos años han dado pasos hacia la integración de las ofertas privadas a los programas de las agencias turísticas, todas oficiales.

Alejandro Robaina, propietario de "La Casa", un restaurante familiar con sede en su propia vivienda desde 1995, señaló que la invitación para participar en Fitcuba está muy ligada a la posibilidad de que existan contratos entre turoperadores y establecimientos particulares, abierta por el Gobierno en 2013.
 

Este año, "La Casa" suscribió contratos con importantes agencias como Havanatur, Cubanacan y Cubatur, lo que le ha permitido pactar ofertas y menús para recibir grupos de turistas internacionales.

"Todos los turoperadores extranjeros funcionan en el mercado cubano a través de agencias cubanas, no lo hacen por cuenta propia, así que estar en la Feria es una oportunidad de que sus representantes nos vean directamente, prueben nuestros productos y servicios, y así a la hora de organizar sus programas ya nos conocen", sostuvo Robaina.

Según este emprendedor, esos contratos o la presencia de los privados en la Feria "normalizan y formalizan" una relación de trabajo favorable para todos.

"Es una ganancia para el país y para nuestro sector, porque nosotros de alguna manera también estamos ayudando a dar una mejor imagen de la gastronomía cubana después de que en los últimos tiempos, sobre todo la estatal, había sufrido una cierta picada", opinó Robaina.

Desde el punto de vista de las autoridades, la calidad y variedad que ha traído al mercado cubano la apertura de negocios privados parece estar fuera de duda y se vislumbra como un proceso irreversible.

Al inaugurar ayer la Feria, el ministro de Turismo, Manuel Marrero, aseguró que el país caribeño continuará "avanzando en el desarrollo del turismo no estatal".

Hoy, la directora comercial del Mintur, María del Carmen Orellana, resaltó que la gestión de los autónomos "cumplimenta" la oferta estatal y, en el caso específico de sus restaurantes, "cada día son más refinados" y "se van haciendo más conocidos en el mundo".

Según datos oficiales, las reformas de Raúl Castro para incentivar la gestión no estatal han propiciado la creación de al menos 2.242 restaurantes privados en todo el país, y una oferta de más de 7.200 habitaciones en alojamientos particulares.

Con tal "explosión" de establecimientos, la competencia es fuerte y no pocos negocios han tenido que cerrar sus puertas o reinventarse, pero la gastronomía parece ser hasta ahora una de las apuestas más segura para los "cuentapropistas" cubanos.

Para los encargados de "Café Laurent", inaugurado hace solo tres años con un ambiente que recuerda la década del cincuenta, sobrevivir hasta aquí y estar ahora en Fitcuba ha sido un paso importante.