Fitcuba 2014, inaugurada ayer en la capital cubana con
Francia como país invitado, reservó espacios para que algunas de las llamadas "paladares"
cubanas presenten sus ofertas e interactúen con turoperadores, una oportunidad
hasta ahora solo posible para los restaurantes estatales y que se está
empezando a desarrollar en isla.
"La Guarida" y "La Casa",
establecidos restaurantes particulares con unos 20 años de historia, y
"Café Laurent", inaugurado en 2011 al calor de las nuevas reformas
impulsadas en 2010 por el Gobierno de Raúl Castro para ampliar el sector
privado, han sido los pri meros negocios en responder a la iniciativa del Ministerio
de Turismo (Mintur).
"Nos tomó de sorpresa, no estábamos preparados para
la Feria. Nos hicieron la convocatoria con poco tiempo de antelación y dijimos:
con 'mucho gusto'. Es una oportunidad interesante y una magnífica señal",
dijo Enrique Núñez, dueño de "La Guarida", el local que hace más de
dos décadas fue uno de los escenarios de rodaje de la famosa película
"Fresa y Chocolate".
Considerada entre los restaurantes más emblemáticos y
visitados de La Habana y "meca" de las "paladares" cubanas,
"La Guarida" improvisó en dos días su stand en un patio del recinto
ferial, ubicado en la fortaleza colonial de San Carlos de la Cabaña, con solo
tres mesas y un menú reducido con novedades y platos típicos de la casa.
Núñez cree que estar en Fitcuba ha sido un espacio
"ganado" con la "seriedad y esfuerzo" de muchos años de
trabajo.
"Al final nosotros también luchamos por mejorar la
imagen gastronómica del país, la imagen Cuba. Este es el momento en el que se
empiezan a romper barreras, porque siempre hemos estado como por caminos
paralelos", afirmó.
En Cuba, donde el turismo es la segunda fuente de
ingresos, las autoridades han apostado por diversificar el sector y en los
últimos años han dado pasos hacia la integración de las ofertas privadas a los
programas de las agencias turísticas, todas oficiales.
Alejandro Robaina, propietario de "La Casa", un
restaurante familiar con sede en su propia vivienda desde 1995, señaló que la
invitación para participar en Fitcuba está muy ligada a la posibilidad de que
existan contratos entre turoperadores y establecimientos particulares, abierta
por el Gobierno en 2013.
Este año, "La Casa" suscribió contratos con
importantes agencias como Havanatur, Cubanacan y Cubatur, lo que le ha
permitido pactar ofertas y menús para recibir grupos de turistas
internacionales.
"Todos los turoperadores extranjeros funcionan en el
mercado cubano a través de agencias cubanas, no lo hacen por cuenta propia, así
que estar en la Feria es una oportunidad de que sus representantes nos vean directamente,
prueben nuestros productos y servicios, y así a la hora de organizar sus
programas ya nos conocen", sostuvo Robaina.
Según este emprendedor, esos contratos o la presencia de
los privados en la Feria "normalizan y formalizan" una relación de
trabajo favorable para todos.
"Es una ganancia para el país y para nuestro sector,
porque nosotros de alguna manera también estamos ayudando a dar una mejor
imagen de la gastronomía cubana después de que en los últimos tiempos, sobre
todo la estatal, había sufrido una cierta picada", opinó Robaina.
Desde el punto de vista de las autoridades, la calidad y
variedad que ha traído al mercado cubano la apertura de negocios privados
parece estar fuera de duda y se vislumbra como un proceso irreversible.
Al inaugurar ayer la Feria, el ministro de Turismo,
Manuel Marrero, aseguró que el país caribeño continuará "avanzando en el
desarrollo del turismo no estatal".
Hoy, la directora comercial del Mintur, María del Carmen
Orellana, resaltó que la gestión de los autónomos "cumplimenta" la
oferta estatal y, en el caso específico de sus restaurantes, "cada día son
más refinados" y "se van haciendo más conocidos en el mundo".
Según datos oficiales, las reformas de Raúl Castro para
incentivar la gestión no estatal han propiciado la creación de al menos 2.242
restaurantes privados en todo el país, y una oferta de más de 7.200
habitaciones en alojamientos particulares.
Con tal "explosión" de establecimientos, la
competencia es fuerte y no pocos negocios han tenido que cerrar sus puertas o
reinventarse, pero la gastronomía parece ser hasta ahora una de las apuestas
más segura para los "cuentapropistas" cubanos.
Para los encargados de "Café Laurent",
inaugurado hace solo tres años con un ambiente que recuerda la década del
cincuenta, sobrevivir hasta aquí y estar ahora en Fitcuba ha sido un paso
importante.
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